Antinatalismo, capitalismo y pobreza
La pobreza del mundo no se arreglará ayudando a los pobres a no procrear. Para empezar, los pobres procrean mucho precisamente porque son pobres, y esto es así desde siempre: para un nigeriano o un hindú, cada nuevo hijo no es una boca más que llenar, como pensamos en el mundo rico, sino una posibilidad más de supervivencia, unas manos más para trabajar. ¿O es que pensamos que los pobres, además de pobres, son estúpidos, y por eso paren tanto? La solución a la extrema pobreza en el mundo, de haberla, tendría más bien que pasar por procurar a los países pobres los instrumentos para un desarrollo suficiente; desarrollo que, por cierto, suele producir un descenso de la natalidad. Claro que esto exigiría rectificar todo el aparato del capitalismo global. Es mucho más sencillo suprimir a las personas para salvar el sistema.
Brillantes palabras de José Javier Esparza, hoy mismo, en El Semanal Digital. Las suscribo encantado. Para leer el artículo completo, pulsa aquí.
No conviene dejar de apuntar la curiosa alianza de la progresía y de la extrema izquierda con los defensores del capitalismo más recalcitrante, en este campaña global que tiene por objetivo exterminar a los pobres en lugar de erradicar la pobreza.
<< Home