Socialistas vs Pobres
No acabo de entender cómo puede suceder, en los tiempos que corren, que una señora disponga de múltiples tierras y honores en toda España por ser hija de Fulanito de tal y de Menganita de cuál. Entiendo todavía menos que dicha señora se considere con derecho a echar de sus casas a familias enteras, que durante generaciones han trabajado tierras que dicha señora seguramente no ha pisado jamás. Mi capacidad de comprensión es todavía más limitada ante el hecho de que a una terrateniente como ésta, en pleno siglo XXI, la premie nada menos que un Gobierno socialista (el de Chaves en Andalucía). Que además otro Gobierno socialista, el de Zapatero, envíe a los antidisturbios a cargar a lo bestia contra los jornaleros que protestaban contra este ultraje, en fin, que ya es el colmo. Una situación puramente orwelliana.
En fin, está claro que la izquierda, o al menos buena parte de ella, ha abandonado el viejo reclamo de la justicia social. Hablando en plata: a estos señoritos que pasean en coche oficial y viajan en jet privado y helicóptero les importan un pimiento los problemas de los trabajadores de a pie. Tenemos una izquierda pija y conformista, que no tiene nada mejor que hacer que pensar en condones, que camufla su egoísmo haciendo numeritos anticlericales que ya no se tragan ni sus más dogmáticos militantes, y que se preocupa más por cargarse vidas humanas -aborto y eutanasia- que por velar por las condiciones de vida de quienes menos tienen. Se trata de una izquierda que ha asumido sin rechistar las tesis del capitalismo más despiadado. A los ricos y a los poderosos ya no les hace falta el fascismo como banda de la porra: ya tienen a la izquierda progre, un anestésico ideológico que machaca con dogmas bobos cualquier posible foco de inconformismo. Con perdón de mis lectores, pero vaya una mierda de izquierda ésta que nos ha tocado aguantar...
<< Home