Breve diccionario de 'neolengua' progre
El libro "1984", de Orwell (arriba, fotograma de la versión cinematográfica estrenada precisamente en 1984), aunque no es una de mis obras favoritas -del mismo autor prefiero, por ejemplo, "Rebelión en la Granja"-, sí que es una pieza literaria de la que se pueden sacar muchas enseñanzas. Orwell era un escritor trotskista, gran conocedor de las estrategias y tácticas de manipulación utilizadas por los distintos movimientos totalitarios, y muy concretamente por el socialismo.
En "1984", Orwell detalla una de esas formas de manipulación, materializada en la llamada "neolengua". Se trataba de transformar el idioma inglés para que las palabras pasaran a tener un significado distinto al que habían tenido antes, dependiendo de las conveniencias del poder en cada momento, con el fin de alcanzar el poder sobre las conciencias de los gobernados.
Animo a los que dedican algunos minutos a leer este blog a que estén atentos al fenómeno "neolingüístico" que se está produciendo no sólo en el Gobierno de Zapatero y en el PSOE, sino también en su entorno (especialmente el mediático). Atención a algunos ejemplos:
- Las cartas de extorsión de ETA a empresarios navarros ya no son una forma de terrorismo, ni siquiera un método de extorsión, sino "incidentes de recorrido" (esto según el más fanático discípulo de Zapatitos, don Enric Sopena).
- Los atentados terroristas de ETA ya no son asesinatos, ni atentados, sino "accidentes" (Zapatero dixit).
- Los abortos o infanticidios de seres humanos en edad prenatal ya no son tales, sino "legrados terapéuticos". Una nueva forma de encubrir la matanza de miles de bebés muertos con un fraude a Hacienda de fondo.
- Las quemas de conventos, escuelas y bibliotecas católicas, los asesinatos de sacerdotes y el largo rosario de crímenes y abusos contra los católicos cometidos por un régimen tan sectario como la Segunda República se definen ahora como "transformaciones" e intentos de "modernización". Vamos, que ni las iglesias eran quemadas -las estaban "transformando"- ni los católicos eran asesinados -seguramente les estaban modernizando la vida-. Alucinante.
- El intento de chantaje de una banda terrorista a un Estado de Derecho ya no es tal, sino que se llama a nivel oficial "proceso de paz".
En fin, ¿para qué seguir? Compruébenlo ustedes mismos en cualquier telediario, en las páginas de El País o -si eso no les produce náuseas- echando un vistazo en las páginas de El Periódico de Catalunya o de la web de Enric Sopena. Definitivamente, estos señores se han propuesto convertir a sus espectadores y lectores en simples marionetas sin capacidad para pensar y decidir por sí mismos, y es que no hay peor amenaza para la libertad que la mentira y la manipulación lanzadas sistemáticamente desde el poder.
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