V de Vendetta

Fui a ver este viernes al cine V de Vendetta, aprovechando que la estrenaban. He de decir que iba con mis temores. Me había llamado poderosamente la atención el trailer de la película, y me había parecido buena señal que estuviesen detrás los hermanos Wachowski, directores de Matrix (una película que me encanta y que guarda muchos parecidos con ésta), pero algunas críticas que había escuchado tampoco decían gran cosa a su favor. Al final me ha acabado encantando, quizá por mi tendencia de romántico de la vieja escuela hacia héroes de novela que, lejos de reunir las arquetípicas características del triunfador en todos los sentidos, viven una existencia atormendata y resultan un poco más cercanos, en humanidad, sentimientos y defectos, al común de los mortales. Hay que decir que la película tiene un sentido más dramático que la mayoría de las que he visto inspiradas en comics.

Hay que hablar además de una buena banda sonora, una buena fotografía y un estilo visual muy marcado, como en Matrix, cosa que también me agrada. Incluso me ha gustado la interpretación que ha hecho Natalie Portman (anda que si me lee Eneko... no, no, que me sigue gustando más Scarlett Johanson, jeje). En todo caso le reprocharía a la película sus notables planteamientos ideológicos, a fin de cuentas el autor del cómic original, Alan Moore, es anarquista. No obstante, reconozco que en una obra de política-ficción es difícil escapar a esto, y que el enfoque ideológico tampoco asfixia la trama, ni agobia ni desmerece la película, todo hay que decirlo (sobre todo si se compara con otras películas inspiradas por autores menos significados políticamente hablando).

Insisto de todas formas en que estas objeciones no empañan, para mi gusto (hago hincapié en esto y en mi ya citado gusto por la vieja escuela romántica), la valoración global que hago de la película. Ah, aunque la película no es un derroche de acción, el final es... apoteósico. Lo dejo aquí para el que aún no haya ido a verla.