Crispación
No deja de sorprenderme la hipocresía y el cinismo de algunos elementos. Me reconozco así de ingenuo: ya tendría que estar curado de espanto, teniendo en cuenta las cosas que se han visto en este país antes llamado España, pero bueno, uno sigue teniendo ciertas dosis de idealismo y se niega a creer que haya personas así de falsas y de rastreras. La cuestión es que las hay.
Una de las acusaciones que más estoy oyendo estos días contra la COPE, repetida como un mantra, es que la COPE se dedica a "crispar". Detrás de esta expresión se esconde la intolerancia de unos cuantos hacia toda crítica. La COPE no "crispa": la COPE critica. Pero algunos parecen todavía instalados en la mentalidad paternalista del franquismo, en la que cualquier crítica al poder era presentada como una alteración de la sana tranquilidad, de la paz y de la vida cómoda que se atribuía al pueblo español. Invocar en una democracia la "crispación" como motivo para silenciar las voces críticas es propio no de un demócrata, sino de personas con una mentalidad totalitaria.
Lo que ya me parece escandaloso es que algunos indivisuos con esa mentalidad reclamen a los demás justamente lo contrario de lo que han hecho ellos. Me explico. He participado activamente en las manifestaciones que hubo en Galicia durante la crisis del "Prestige" y con motivo de la guerra de Iraq, manifestaciones que fueron dos de las mayores operaciones de crispación política de la historia de nuestra democracia. Participé en ellas hasta que abrí los ojos y me harté de tanta doble moral. En la última manifestación a la que fui se coreaban lemas como "Bin Laden, amigo, Fraga sigue vivo", y se acabó por asaltar y destrozar la sede del PP vigués, en pleno centro de la ciudad, sin que la policía hiciese nada -adivinad quién gobernaba Vigo entonces. Al día siguiente en mi calle y en todo Vigo aparecieron un montón de pintadas con las siglas del PP colocadas en el centro de una diana, al más puro estilo de ETA. Los políticos de izquierda no emitieron ni la más mínima declaración de condena ante esas manifestaciones de terrorismo puro y duro.
En la tarde del 13-M pasé ante la sede del PP viguiés, ya reconstruída. Algo más de cien personas con banderas rojas y republicanas se preparaban para agredir a la hija de la alcaldesa, del PP, como supe por la prensa al día siguiente. El 14-M tuve ocasión de charlar con una apoderada del PP en un colegio electoral. Estaba asustada. Durante todo el día la habían estado insultando y amenazando, llamándola "asesina", "zorra" y cosas peores. Sólo por ser del PP.
Ahora los mismos que entonces estaban detrás de esos ataques, de esos insultos y de esas calumnias, son los que acusan a la COPE y al PP de "crispar". ¿Cómo pueden tener tanta cara? No les importa recurrir a la violencia contra el otro para luego presentarse, con todo el morro, como "pacifistas" o incluso como víctimas. No tiemblan a la hora de echar mano de la mentira si con ello ven que pueden obtener una ventaja sobre sus rivales políticos. No sienten el menor escrúpulo en hacer una cosa y criticarla al día siguiente, eso sí, acusando a otro de hacer lo que ellos mismos hicieron la víspera. Y digo esto porque yo he estado allí, en sus manifestaciones, como uno más, hasta que me harté de tanta hipocresía y de tanto matonismo político. ¿Cómo pueden ser tan falsos?
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