Mi mono Amelio y yo
No he sido capaz de detenerlo. En cuanto ha escuchado la noticia, le ha dado un vuelco al corazón, ha tirado por lo aires todas sus bananas -bueno, creo que esto lo ha hecho porque no le he traído plátanos de Canarias- y ha recorrido la casa dando saltos de alegría y rascándose las axilas como muestra de satisfacción. El PSOE ya se ha dado cuenta de que mi mono Amelio es una persona hecha y derecha, con capacidad para apelar incluso a un tribunal de justicia si ve recortados sus derechos fundamentales. Hoy es un día histórico y lleno de felicidad.
Cuando ya consiguió calmarse, Amelio enjugó unas lágrimas de emoción y, poco después, haciendo uso de su recién estrenada personalidad, ha llamado a la Casa del Pueblo para ofrecerse como candidato. No le entendían ni jota por teléfono, así que le decían a todo que sí, no fuera a ser una llamada de la pérfida derecha para pillarles en un renuncio de su impecable línea de simiesco progresismo. Ante todo, pureza doctrinal: ZP ya puede aparecer como el "defensor de los monos" con todo el derecho del mundo. Se ha convertido ya en el héroe de Copito de Nieve, de Maguila Gorila, de King Kong y de Chita (de hecho, se espera que visiten La Moncloa en breve).
Estoy seguro de que Amelio sacará muchos votos, es un mono muy majo y será capaz de convencer a todos los españoles -humanos y simios- de que el Gobierno de Zapatero tiene una visión futurista de los derechos avanzados, que se materializa en unas propuestas serias y que responden, como en este caso, a un clamor popular. La Iglesia, seguramente, tratará de fastidiarle la campaña a Amelio, pero bueno, ya sabemos que los Obispos y los ultracatólicos son todos unos simiófobos. Lo siguiente será ilegalizar la simiofobia, o al menos eso me ha advertido Amelio. Es más, sospecho que quiere ponerse en el sitio de Zapatero. Si lo hace, le daré mi voto: estoy convencido de que lo hará infinitamente mejor que él.
(Por cierto, la foto del mono es de bmshaffer.)
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