hIUpocresía

"Libertad, ¿para qué?", como decía el genocida de Lenin (más de 13 millones de víctimas, que se dice pronto), cuya figura siguen ensalzando los comunistas hispanos y cuyo retrato sigue colgado en todas las sedes de IU. Con estas cosas se explica la insistente negativa de IU a condenar un régimen tiránico como el de Castro, que viola a diario los derechos humanos más elementales.
La conclusión que uno saca, al final, es que estos señores no critican al franquismo por el hecho de ser una dictadura que ahogaba las libertades y los derechos más básicos, sino porque eran sus rivales políticos los que mandaban.
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