Una caricia de mar
Si traigo hoy aquí esta foto es... bueno, no sabría decir muy bien el por qué, pero sí el por quién. Si algo me une con algunas personas -estemos donde estemos- es el amor por este misterioso e insondable amigo que baña nuestro litoral, refresca los veranos y templa los inviernos. El mar es como una mano que acaricia, como una sonrisa que tranquiliza la vista y el corazón, acompaña en los momentos de tristeza y te escucha, simplemente te escucha y te acompaña.
Anoche puse en el blog una bonita canción de un grupo de epic metal que me gusta bastante, Dark Moor (por cierto, que Elisa, la vocalista, se les ha ido, una pena). En fin, la canción ha sido, en cierto modo, un presentimiento. Será cosa del mar. Como siempre digo, la música es como una brisa marina que llega todo lo lejos que tiene que llegar y a quien tiene que llegar, superando montañas y valles, hasta alcanzar el corazón de quien la necesita, aunque no sea capaz de escucharla. Por eso esta canción y esta foto de mar, de ese mar que nos rodea con su brisa como si fuera un abrazo, ahogando la tristeza: para que ahogue la de unos ojos que no quiero volver a ver llenos de lágrimas.
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